Luma’ fi Qawa’id Ahl al-Sunna wa al-Jama’a (Por el Imâm al Haramayn Abu l-Ma’ali al Juwayni)

Luma’ fi Qawa’id Ahl al-Sunna wa al-Jama’a

Por el Imâm al Haramayn Abu l-Ma’ali al Juwayni

Biografía del autor por el comentador de los Waraqat: al Hattabi

Es el sheykh, el Imâm, el Jefe de los Shâfi’i, uno de los personajes los más destacados de su tiempo, autor de obras útiles Abû'l Ma'ali Abdal-Malik, hijo del Sheykh Abu Muhammad Abdallah b. Yûsuf b. Muhammad al-Jûayni, uno de los más grandes distritos que dependen de Nisapur. Su apodo es Dhayâ Ad-dîn (luz de la religión).

Nació en el mes de muharram del año 419 (1028 después de Cristo) en Bechteghal, aldea dependiente de Nishapur, en la noche del lunes al martes 25 rabi’ segundo del año 478 (1086 después de Cristo). Moró alrededor de la Meca y de Medina durante cuarenta años, que consagró al estudio y a las consultaciones jurídicas. Es la razón por la cual fue apodado « Imâm de los Santos Lugares » (Imam al Haramayn). Se volvió jefe del cuerpo de los sabios en Nishapur, y la Madrasa Nizamiyya fue construida para él. Es el autor de muchas obras originales.

Que Allah le cubre de su misericordia, y haga salpicar sobre nosotros los favores particulares cuyos gozaba ante El! Amin.



Indice:



Fuente: www.aslama.com

Pregunta : La aparición temporal del mundo


Pregunta : La aparición temporal del mundo.


Primero tenemos que presentar las expresiones que reúnen importantes significaciones en términos concisos, sobre los cuales los teólogos (muwahiddun) se pusieron de acuerdo, por convención.

Así, emplearon exclusivamente la palabra « mundo » para  hablar de todo lo existente fuera de Allâh.

El mundo se divide en sustancias y accidentes.


La sustancia es todo lo que tiene un volumen, se dice también: es lo que está localizado, o lo que recibe los accidentes.

El accidente es la entidad que subsiste por la sustancia así como los colores, los sabores, los olores, los conocimientos, los poderes y las voluntades, aparecidos en el tiempo, y sus contrarios; la vida y la muerte.

La contingencia de las sustancias está basada en los principios siguientes: existencia de los accidentes; aparición temporal de los accidentes; imposibilidad para una sustancia de ser desprovista de todo accidente; imposibilidad para una serie de contingentes no ser interrumpida por un primero; necesidad, para un ser que no es anterior a lo que apareció en el tiempo, de haber si mismo aparecido en el tiempo.

▪ Primer principio.
Un grupo de ateos negó la existencia de los accidentes, pretendiendo que solamente las sustancias existían. Pero esta es la prueba de la existencia de los accidentes: cuando vemos una sustancia en reposo y luego en movimiento, percibimos necesariamente una diferencia entre los dos estados; ahora bien, no hay diferencia si no entre dos entidades, dado que una cosa no puede oponerse a sí misma. Resulta claro que la diferencia se refiere a la de los accidentes añadidos a la sustancia. Además, la mayoría de los accidentes son perceptibles de una manera necesaria; de hecho cuando dolores sobrevienen en un hombre dotado de razón y que la enfermedad le sorprende, cuando las pasiones le dominan, o cuando recoge conocimientos, tiene la certitud de la novedad de estas entidades.

▪ El segundo principio
es la aparición temporal de los accidentes. La prueba de esto es que vemos accidentes contrarios sucederse en el mismo suporte. Estamos entonces seguros de que los más recientes aparecieron en el tiempo; en cuanto a los que les preceden, sabemos también que aparecieron en el tiempo dado que desaparecieron, porque si establecíamos que no hayan tenido comienzo, entonces su desaparición sería imposible.

▪ El tercer principio
consiste en mostrar la imposibilidad para las sustancias de ser desprovistas de todo accidente. La prueba de esto es que las sustancias, relacionadas con la localización, no pueden ser pensadas sino o agrupadas o separadas. Esto nos lleva a decir que es imposible, para estas sustancias, estar sin estas determinaciones de agrupamiento y de separación. Asimismo, sabemos que es necesariamente imposible para las sustancias ser desprovistas de calificaciones tales como el movimiento y el reposo, el efecto activo sobre un soporte, la desaparición local, o el desplazamiento de un lugar para el otro, todo esto devuelve manifiesto la imposibilidad para las sustancias de ser desprovistas de accidentes.

▪ El cuarto principio
consiste en devolver manifiesta la imposibilidad, para los seres aparecidos en el tiempo, de una serie que no fuera interrumpida por un primero. La prueba de esto es que las revoluciones de las esferas celestas se suceden así: cada revolución sobreviene después de la desaparición de la que la precede. Ahora bien, si, antes de la revolución en la cual estamos, hubieran desaparecido una serie ilimitada de revoluciones, hubieran sido revoluciones que no se terminan. De hecho, para lo que no está limitado por un número, ni coaccionado por un plazo, no se puede establecer racionalmente su desaparición, ni verificar su fin. Pero siendo que las revoluciones anteriores se terminaron, sabemos que su número es finito; si estas revoluciones se terminaron, es que su serie se interrumpe con un primero de la serie. Imponemos esta prueba y fijamos esta vía para el conjunto de los seres que se suceden; como son los hijos y los padres, las semillas y las plantas, etc.

Estas premisas estando establecidas, basamos en ellas la imposibilidad, para las sustancias, de existir sin una de estas entidades aparecidas en el tiempo cuya serie se relaciona con un primero.

Ahora bien lo que no existe sin entidades aparecidas en el tiempo no es anterior a estas, y lo que no existe anteriormente a lo que apareció en el tiempo apareció si mismo en el tiempo. Hay que admitir (esta última conclusión)  sin necesitar reflexión ni observaciones atentas.



Fuente: www.aslama.com

Hadj para el difunto o para el que no tiene la capacidad física de realizarlo (Niyâba)


Hadj para el difunto o para el que no tiene la capacidad física de realizarlo (Niyâba)


Pregunta:
Mi madre murio sin realizar su Hadj, ¿es que puedo realizarlo en su lugar?


Respuesta:
La opinión mayoritaria para los maliki es que el que no puede realizar la peregrinación obligatoria debido a su enfermedad o a su hánicap permanentes, será exonerado (ante Allâh) y no podemos realizar el Hadj en su lugar. Y si, a pesar de esto, una persona realiza este Hadj en su lugar: no será contado como peregrinación obligatoria para él.
Si un difunto ha pedido (por testamento) que se haga el Hadj en su lugar, lo haremos del tercio de la herencia. Pero es odioso dejar este tipo de testamento (para los maliki).

Sin embargo, para el Imâm Shafi’i, cuya opinión al respecto divierge de la del Imâm Mâlik, si la persona tiene los medios materiales pero no tiene la capacidad física (de manera permanente) para realizar la gran peregrinación, debe dar de su dinero a un hermano o a un cercano para que haga la peregrinación en su lugar y, para el Imâm Shafi’i, el que muere sin realizar la peregrinación: los herederos deben tomar de su dinero lo que permitirá a alguien realizar el hadj en su lugar.
El Imâm Shafi’i añade que el que se va a la peregrinación en el lugar de un otro debe obligatoriamente haber realizado antes su propio Hadj.
Para el Imâm Mâlik, es solamente preferible y no obligatorio haber cumplido con su propio Hadj antes de realizar el del difunto que lo había pedido.

Sin embargo, hay unanimidad sobre el carácter lícito de procuración (inâba) para el Hadj voluntario.

Podemos citar utilmente los Hadîth auténticos siguientes que sirvieron de argumento a la escuela Shafi’i y Hanbali:
Para el muerto:
Al-Bukhârî (11/584 :kitâb al-aymân wa an-nudhûr) relata:
Ibn 'Abbâs relata, en el sentido:
«Una mujer de Juhayna vino a ver el Profeta y dijo: «Oh Mensajero de Allâh, mi madre había hecho el voto de cumplir con la gran peregrinación pero murió (sin realizarla). ¿Es que puedo hacerla para ella? »
El Profeta (Paz y Bendición con él) respondió: «Haz la peregrinación para ella. Ves, si tu madre tenía una deuda (hacia alguien), ¿la hubieras pagada? La deuda hacia Allâh tiene más derecho de ser pagada.
» »
 
Para el vivo:
En Al-Bukhari también:
«Una mujer vino a ver el Profeta y le dijo: mi padre alcanzó una edad muy avanzada, no logra mantenerse sobre la montura y tiene que realizar la peregrinación obligatoria, ¿puedo realizarla para él?
El Profeta respondió: Sí.
Y esto ocurrió en la última peregrinación.
»

(referencia: Al-Fiqh ‘alâ Al-madhâhib Al-arbaa tomo I página 362 y Bidâyat Al-Mujtahid de Ibn Rushd tomo I página:477.)
 

A Propósito de Ahl Us Sunnah wal Jama'ah

Al Imâm Abû al-Hasan al-Ash'arî

El Imam Abu Hassan Al Ash'ari o El Imam de los Sunni

El Imam de Ahl al-ssunna, Abû al-Hasan al-Ash`arî (m. 324), indica en su obra: «Al-ibâna fî usûl ad-diyâna» : «Allah está encima de los cielos, encima del Trono, encima de todo, con una elevación (fawqiyya) que no Le devuelve más cercano del Trono o de los cielos, así como no Le devuelve más alejado de la Tierra. Está cerca de todo lo que existe, está más cerca del servidor que su propia vena yugular, y es un testigo sobre toda cosa. »


 

Nombre y descendencia:

Su nombre es Abû Al Hassan 'Ali Ibn Ismâ'îl Ibn Ishaq Ibn Sâlim Ibn Ismâ'îl Ibn 'Abd-Allah Ibn Mûsa Ibn Bilâl Ibn Abî Burdah Ibn Abî Mûsâ Al Ach'arî compañero del Profeta. Tabyîn p.34 Siyar T.11 p.540

Nació en 260 de la Hejira en Basora en Iraq, donde la actividad científica alcanzaba su apogeo al fin del siglo IX de la era gregoriana.

 


Su Juventud, sus estudios:

Abû Al-Hasan Al-Ash`arî vivió toda su infancia en Basora, antes de irse a Bagdad, la capital del Califato,
para seguir con sus estudios. Estudio, entre otros, el derecho con el sabio shâfi’i Abû Ishâq Al-Marwazî y el Hadîth con el Hâfidh Zakariyyâ Ibn Yahyâ As-Sâjî, con Abû Khalîfah Al-Jumahî, con Sahl Ibn Sarh, con Muhammad Ibn Ya`qûb Al-Muqrî y con `Abd Ar-Rahmân Ibn Khalaf.

Estudio igualmente la teología (kalâm) con su suegro (el esposo de su madre) Abû `Alî Al-Jubbâ’î (muerto en 915), que era el Sheykh de los Mu`tazili y que marcó de una manera indeleble su joven yerno.

El Imâm Al-Ash`arî se volvió un brillante discípulo de la escuela teológica mu`tazili, famoso por sus competencias excepcionales en dialéctica y controversia. Además de sus aptitudes en teología escolástica, era también un jurista y un tradicionalista, tendiendo hacia una vida modesta y al ascetismo. Algunas fuentes precisan que era sufí.

Desde su juventud, fue seducido por las teorías mu’tazili fuertemente apoyadas por Al Jubbâ'î, que era entonces el representante de la escuela mu’tazili de Basora.

Al principio, Abû Al Hassan era su estudiande, y luego se volvió su asociado ayudándole ardientemente en defender sus tesis. Se volvió maestro en el arte de usar la razón para defender su doctrina.

Se quedó con su maestro Al Jubbâ'î aproximadamente cuarenta años, hasta que llegue el día en que, súbitamente, tomó conciencia del verdadero peligro que representaba el mu’tazilismo para el Islam. Dejo al i'tizâl, y se afilió a la doctrina de la ortodoxia sunni: 'Ahlu As-Sunna wa al jama'a'.

 


El cambio de Abu Hassan Al Ash'ari del Mu'tazilismo para el Sunnismo:

Esta separación nos está relatada por el Imâm As-Subkî en ' Tabaqat Ach-Chafi'iyya al-kura ', dijo:
{Al-Jubbâ'î enseñaba el sentido racional del sufrimiento de la compensación de Allâh. Esta doctrina mu’tazili estipula que Allâh siempre hace el bien (as-salâh), y debe siempre hacer lo mejor.

Abû Al Hassan hizo la pregunta siguiente a su maestro:
' Suponemos que hay tres hermanos, uno muere adulto en la obediencia de Allâh (mu’min);
el segundo muere adulto en la desobediencia (kufr);
el tercero muere siendo niño (sabiy).
¿Qué pasará de ellos? '

Al Jubbâ'i le respondió:
'La recompensa del primero es el Paraíso, el segundo está castigado en el Infierno, el tercero no está ni recompensado, ni castigado! '

' Bien! 'Replicó Abû Al-Hassan, '...pero si el tercero dice:
'Oh Señor ¿por qué me dejaste morir siendo niño y no me dejaste vivir para que Te obedezca y entré en el Paraíso? '¿Qué le dirá entonces el Señor?'

Al Jubbâ'î respondió:
'El Señor le dirá: 'Sé que si habías crecido, hubieras desobedecido y hubieras entrado en el Infierno; así que lo mejor para ti fue de morir siendo niño!

Abû Al Hassan siguió:
'Y si el segundo dice: 'Oh Señor mío, ¿Por qué no me dejaste morir siendo niño, para que no hubiese entrado en el Infierno? ¿Qué dirá el Señor?'

Al Jubbâ'î se quedo mudo! ( fa inqata'a Al Jubbâ'î)
Tabaqat : T3, p.256 – Ver también Madhâhib : p498-499

Desde entonces, Abû Al Hassan se apartó de los mu’tazili y replanteó su doctrina.

Después de esta controversia, Abû Al Hassan vio al Profeta en sueño, y este le incitó a seguir a los verdaderos creyentes. Tabyîn: p 40-41


Después de esta separación con su maestro, Abû Hassan Al Ach'arî decidió anunciar públicamente su ruptura con el Mu’tazilismo.


Un viernes, ante un pueblo reunido en la mezquita de Basora, se levantó después de la oración y declaró con su voz la más alta:

'Oh gente, (...) he sostenido antiguamente que el Coran era creado, que los ojos de los creyentes no verían a Allâh jamás, que eramos los creadores de nuestros actos. Ahora, vuelvo hacia la verdad. Renuncio a estas tesis y tomo la resolución de refutar las doctrinas mu’tazili y de exponer su infamia y su ignominia!' Madhahib : p 492-493

Así, el anciano discípulo de Al Jubbâ'i se volvió contra sus ancianos compañeros, y su conocimiento profundo de las tesis mu’tazili hizo de él un adversario temible.

El Imâm Abû Al-Hasan Al-Ash`arî abjuró si mismo en público las tesis mu’tazili. En el momento de su redacción, y para mostrar que se había definitivamente apartado de su anciana doctrina, se quitó simultáneamente una ropa que llevaba y tiró todos sus libros de tendencia mu’tazili que había escrito antiguamente.

Varias fuentes relatan cómo el Imâm Al-Ash`arî abandonó el Mu`tazilismo para volver hacia la doctrina sunni.
Una de las más fiables es ciertamente la que da él mismo:
«Una noche, fui invadido por las dudas acerca de una cuestión doctrinal. Me levante y rece una oración pidiéndole a Dios que me guíe hacia el camino recto. Luego dormí.

Le vi en sueño al Mensajero de Allâh y me queje ante él respecto a las dudas que me atormentaban.
El Mensajero de Allâh dijo entonces:
«Conténtate de mi Tradición!»
«Tome nota de esta recomendación y empecé a considerar las cuestiones teológicas a la luz del Coran y de los hadîth. Guardaba lo que confirmaban y dejaba de lado lo con lo cual no concordaban».

El Imâm Al-Ash`arî fundó así su propia escuela teológica, el ash’arismo, cuya fuente es el credo simple de las primeras generaciones de musulmanes. Esta escuela se inscribía en la linea recta de la doctrina musulmana clásica. Para llegar hasta esto, la metodología del Imâm siguió una lógica articulada alrededor de 6 ejes:

El primer eje es el del inventario de todas las tesis y doctrinas islámicas que están tratadas en el contexto de la controversia teológica. Es en su obra maestra (Maqâlât Al-Islâmiyyîn Wakhtilâfât Al-Musallîn = Las Doctrinas islámicas y sus Divergencias), verdadera enciclopedia de las sectas islámicas, que el Imâm Abû Al-Hasan Al-Ash’arî consagró esta primera etapa descriptiva. Explicó, entre otros, cómo la cuestión de la sucesión del Profeta (salla Allahu ‘aleyhi wa sallam) dio luz a varias sectas musulmanas, como los khâridji, que afirman que el pecado, cual sea este, hace salir del Islam, o como los Shî`i que defienden la doctrina del imâmat, de los Murji’i que, contrariamente a los Khâridji, pretenden que el pecado no altera la fe, de la jabriyyah que sostienen que el hombre no tiene ninguna margen de libre arbitrio y que está enteramente predestinado, o como la qadariyyah qui rechaza la idea de predestinación (qadar) y que pretenden que el hombre es un ser que se auto-determina, y que es el único creador de sus actos.

El segundo eje es el de la clasificación metódica de las doctrinas inventariadas. Estas son consideradas en el contexto histórico y estudiadas de tal manera que podamos sacar de esto las grandes familias doctrinales. El Imâm Al-Ash’arî dividió así las sectas islámicas en diez grandes categorías: los Shî`i, los Khâriji, los Murji’i, los Mu`tazili, los Jahmi, los Dirâri, los Husayni, los Bakri, los Sunni y los Kilâbi.

El tercer eje es el del estudio de las implicaciones de cada doctrina, a partir de sus postulados de principio, sobre las diferentes cuestiones que habían tratado. El Imâm Al-Ash’arî citó así las opiniones de cada secta, mencionando las divergencias que podían existir en el seno de una misma corriente. Se extendió particularmente sobre la secta mu’tazili, a la cual consagró la mayor parte de su obra precitada.

El cuarto eje es el de la evaluación racional de la exactitud y de la consistencia de estas diferentes doctrinas.

El quinto eje es el de la respuesta a sus extravíos.

El sexto y último eje es el del establecimiento por el Imâm Abû Al-Hasan Al-Ash’arî de su propia doctrina, que es una síntesis de la doctrina sunni.


 


Su propia doctrina

Los teólogos califican esta etapa de su vida de la más peligrosa y la más audaz, dado que se había apartado de los Mu’tazili y que se confrontaba con ellos.
Al Ash’ari se oponía a las corrientes mu’tazili sobre varios puntos esenciales:

- El conocimiento, la palabra, la vista… son atributos eternales de Allâh, según Al Ash’ari. Los Mu’tazili, al contrario, declaraban que Allâh no tenía atributos distintos de Su esencia.

- La interpretación de las expresiones Coránicas: la mano, la faz de Dios tienen el sentido de «gracia», «esencia», según los Mu’tazili. Aunque Al-Ash’arî afirma que no había significación material, física... pero sostenía que estas expresiones eran atributos reales cuya natura exacta queda desconocida…

- Las opiniones de los Mu’tazili y de Al-Ash’arî divergían también respecto a la creación del Coran. (los ash’ari creen que el Coran es la palabra de Allâh y no una creatura)

Para los Mu’tazili, el Coran es una creación de Allâh mientras que para Al-Ash’ari, el Coran, atributo eternal, no puede ser la creación de Allâh: es Su palabra.

- Contrariamente a los Mu’tazili que declaraban que no se podía verle a Allâh en el sentido literal del término, o si no implicaría que fuera de natura corporal y limitada; Al Ash’ari sostenía que la visión de Allâh en el más allá era una realidad cuya manifestación queda misteriosa.

- La realidad de la elección en los actos humanos: Los Mu’tazili daban una gran importancia al libre arbitrio. En cuanto a Al Ash’arî, insistía sobre la omnipotencia de Allâh. Según él, los acontecimientos, buenos o malos, dependen solamente de la voluntad de Allâh. Es a la vez el creador de las acciones de los hombres y de su poder de actuar en todas circunstancias (esto constituirá más tarde la doctrina de la “adquisición” (kasb) en la Ash’ariyya).

 


Influencia del Imâm Al-Ash’arî

El Imâm Abû Al-Hasan Al-Ash`arî respondió así a las polémicas provocadas por los unos y los otros contra la doctrina llevada por el Profeta y transmitida por sus Compañeros.

Refutó las escuelas teológicas extraviadas con sus propias herramientas intelectuales y mostró que sus posiciones eran racionalmente y lógicamente insostenibles. Fue alrededor suyo y alrededor de uno de sus cofrades, el Imâm Abû Mansûr Al-Mâturîdî, que se reunió la mayoría aplastante de la Comunidad musulmana, la cual le apodó, con toda la razón, Imâm de los Sunni. De hecho, supo aliar la potencia de la razón con la autoridad de la revelación.

Muchos sabios musulmanes escribieron biografías del Imâm Al-Ash`arî, presentándole como el campeón de la doctrina auténtica que desarticuló por la fuerza de la razón todas las innovaciones heréticas que existían en su tiempo.

Entre estos sabios, podemos citar el Imâm Ibn `Asâkir en su Tabyîn Kadhib Al-Muftarî `Alâ Abî Al-Hasan Al-Ash`arî (Desarticulación de las mentiras contra Abû Al-Hasan Al-Ash`arî),

el historiano Ibn Khallikân en sus Wafiyyât Al-A`yân (Necrología de los notables),

el Imâm Ibn Kathîr en Al-Bidâyah Wan-Nihâyah (Comienzo y Fin),

el Sheikh Ibn Khaldûn en su famosa Muqaddimah,

el Imâm Ibn Al-`Imâd Al-Hanbalî en sus Shadharât Adh-Dhahab fî A`yan Man Dhahab (Las pepitas de oro en las Personalidades desaparecidas),

el Imâm Tâj Ad-Dîn As-Subkî en sus Tabaqât Ash-Shâfi`iyyah Al-Kubrâ (Las Grandes Crónicas Shâfi`i),

el Imâm Al-Khatîb Al-Baghdâdî que escribió en su Târîkh Baghdâd (historia de Bagdad) :
«Los Mu`tazili habían levantado la cabeza hasta que Allâh haga aparecer Al-Ash’arî que les relegó a la nada ».

 


Palabras de Sabios sobre él:

Ibn 'Asâkir nos relata el aviso del erudito Abû Al-Qâsim 'Alî Ibn Ismâ'îl Al-Quchayrî (muerto en 465 H / 1072 JC) que afirmaba:
'[...] que Al Ach'arî era un imâm entre los imâm de la gente del hadîth, y que su escuela era la del hadîth; y se expresó sobre los fundamentos dogmáticos por la vía de la gente de la Sunna, y refutó los heréticos y los innovadores, así, era para los Mu’tazili, los Shi’i y los innovadores tal un sable sacado de su vaina'. Ibid p.112-113.

El imâm Adh-Dhahabî (muerto en 748 / 1347 JC) dijo del imâm Al Ach'arî:
'Tenía una inteligencia excepcional y una soltura en la comprensión',

Añade también: 'Y su inteligencia era prodigiosa, destacó en las ciencias, hizo obras piadosas, y la mayor parte de sus escritos muestran claramente la amplitud de su conocimiento'. Siyar T.11, p.540-541 – Ver también Mu'taqad : p.13

El Qâdî Abû Bakr ibn Al-Bâqillânî (muerto en 404 H / 1013 C) dijo de él:
' Mis mejores momentos son los en los cuales logro entender la palabra, los escritos de Al Ach'arî '. Tabaqât : T.3, p.351 - Mu'taqad : p.13-14

As-Subkî (merto en 771 H / 1369 JC) dijo:
' [...] Después del imâm Ahmad ibn Hanbal, el más eminente de la gente de la Sunna es Abû Hasan Al Ach'arî, y su credo es el del Imâm Ahmad, no hay ninguna sobre esto, es lo que expresó claramente el Imâm Al Ach'arî en sus escritos [...]'

El erudito Ibn Taymiyya (muerto en 768 H / 1376 JC) relató que entre los ancianos imâm de la escuela Hanbali, tales como Abû Bakr ibn 'Abd Al'Azîz , Abû Al Hasan At-Tamîmî y muchos otros, relataban en sus obras las palabras del imâm Al Ach'arî .Mu'taqad : p.46

Dijo también:
' Al Ach'arî era el más cercano del imâm Ahmad ibn Hanbal notamente sobre las cuestiones acerca del Coran y de los Atributos Divinos'. Ibid : p.47

Hamad Ibn Muhammad Al Ansârî relata en la biografía sobre Al Ach'arî , que Ibn Taymiyya dijo:
'Cuando Al Ach'arî se apartó de la doctrina Mu’tazili, se reunió con la gente del hadîth y de la sunna tal como lo relató en su libro Al Ibâna '. Abu Hasab Al Ach'arî: p.19

El Imâm Abû Al-Hasan Al-Ash`arî dejo para las generaciones posteriores muchas obras en las cuales combatió el pensamiento mu’tazili y reafirmó su propia doctrina, las más famosas siendo:
Al-`Umad
Los pilares
Maqâlât Al-Islâmiyyîn Wakhtilâfât Al-Musallîn
Las doctrinas islámicas y sus divergencias
Ar-Radd `Alâ Al-Mujassimah
Respuesta a los Antropomorfistas
Istihsân Al-Khawd fî `Ilm Al-Kalâm
La utilidad de la teología

Escribió antes de su muerte muchas obras.

Ibn 'Asâkir nos relató los títulos de sus escritos en su ' Tabyîn' ; y podemos citar estos, entre los más conocidos:
Al 'amd fî ar-ru'ya
Fusûl fî ar-radi 'ala al-mulhidîn
Kitâb al-luma' fî ar-radi 'alâ ahli az-zayghi wa al-bida'
Al-luma' al-kabîr
Al-luma' as-saghîr
Al-Jawâbât fî as-sifât 'an masâ'il alu az-zayghi wa ach-chubuhât
Al-mukhtasar fî at-tawhîd wa al-qadar
Ar-rad 'alâ al-falâsifa